La renuncia a la nacionalidad de orígen

¿Es necesario que renuncie a mi nacionalidad de orígen cuando consigo la española?

La renuncia a la nacionalidad de orígen

¿Es necesario que renuncie a mi nacionalidad de orígen cuando consigo la española?

 

Empecemos por el principio: ¿Qué quiere decir «tener la nacionalidad»?

 

El derecho internacional es una cosa curiosa: Como no hay un organismo superior que pueda obligar a los estados a realizar ninguna acción (con excepciones concretas, como la de la Unión Europea), las leyes internacionales son en realidad tratados entre los propios entes que van a ser regulados, y que de forma más o menos común han alcanzado el grado de estándar básico. Como ejemplo, pensemos en los pasaportes: Un documento que se encuentra estandarizado para (casi) todos los paises del planeta; cualquier persona sería capaz de reconocer un pasaporte, aunque venga de un país que ni siquiera usa nuestro alfabeto; y sin embargo no es una norma internacional la que regula su formato, si no que cada país por su cuenta lo ha acercado al formato habitual para facilitarle la vida a todos.

 

De forma similar, los paises se reconocen unos a otros, algunos con más reticencias que otros, ciertas capacidades para determinar que una persona acaba de nacer es un ciudadano de su país. España, por ejemplo, reconoce como españoles (es decir, persona que tiene la nacionalidad española) a los recién nacidos con al menos un padre español, independientemente del lugar donde hayan nacido. Otros, como Argentina o Francia, solo reconocen de forma directa a los recién nacidos que hayan nacido dentro de sus fronteras; aunque por supuesto todos los paises cuentan con vías alternativas para adquirir la nacionalidad. Esto supone que por ejemplo, un bebé de padres españoles nacido en territorio francés podrá optar a las dos nacionalidades, que se excluyen de forma mutua: Este es un acuerdo tácito entre paises para (normalmente) respetar la elección de los padres de que su recién nacido sea nacional de uno u otro país.

 

¿Y que derechos le otorga esta decisión al menor? Como en casi todo lo que respecta al derecho: Depende. Deberemos ver que dicen sobre ello las leyes del país, especialmente la Constitución. Por ejemplo, en España le otorga el derecho a no ser expulsado de España nunca, a presentarse a las elecciones, a tener un pasaporte español que le permita viajar, a recibir asistencia de las autoridades españolas cuando está en el extranjero… Y la obligación de «guardar lealtad a la Constitución», que en otras palabras quiere decir, por ejemplo, que si un español se convierte en espía para un estado enemigo estaría incurriendo en un delito de traición.

 

En resumen: Tener una nacionalidad significa que ese país te reconoce una lista de derechos, y que el resto de países, por acuerdo tácito internacional, reconocen que cuando tengan algún asunto que tratar con esa persona, el estado de la que es nacional estará involucrado como una especie de representante o interesado.

 

¿Puedo renunciar a mi nacionalidad?

 

Por lo general, no. Todas las personas deben tener al menos una nacionalidad. Las personas a las que por algún motivo ningún país ha reconocido una nacionalidad son los llamados apátridas (no deben confundirse con los refugiados, el asilo político o la protección internacional). Un motivo por el que una persona podría ser apátrida sería, por ejemplo, que el país del que eran nacionales sus padres aplique el ius soli (reconocimiento de la nacionalidad a los recién nacidos dentro de sus fronteras), mientras que el país dentro del que ha nacido aplique el ius sanguini (reconocimiento de la nacionalidad a los hijos de padres nacionales de ese país). Esto causaria que ninguno de los dos paises reconozca como ciudadano a esa persona. España, por ejemplo, tiene un sistema para reconocer la situación de apátrida, concediendo documentos temporales que permiten a realizar las gestiones habituales que realizaría un extranjero en el país.

 

Dicho esto, cuando una persona obtiene una nacionalidad extranjera generalmente deberá renunciar a la nacionalidad española, o si el país del cual adquiere la nacionalidad no le obliga, la perderá automáticamente a los tres años de estar fuera de España, a no ser que declare que la quiere conservar. Por otro lado, cuando una persona extranjera obtiene la nacionalidad española (por ejemplo, por motivo de residencia) en general estará obligada a renunciar a la nacionalidad que tenía anteriormente.

 

¿Es obligatorio renunciar a la nacionalidad?

 

Sí, siempre que la nacionalidad anterior sea de un país que no tiene convenio de doble nacionalidad con España, es decir, paises iberoamericanos, Filipinas, Andorra, Portugal o, muy pronto, Francia. Si se trata de otro país, una vez obtenida la nacionalidad se deberá poner en conocimiento del país originario, que anulará la nacionalidad que se tenía hasta ese momento. Dicho esto, hay paises a los que no les gusta perder ciudadanos, como es el caso de Rusia o Marruecos, que siguen considerando a la persona como ciudadana de su país, sometiéndola a los mismos derechos y obligaciones, sin aceptar que haya obtenido una nueva nacionalidad.

 

¿Doble nacionalidad o dos nacionalidades?

 

La llamada doble nacionalidad sería la primera de las situaciones descritas en el párrafo anterior: Ambos paises reconocen, porque han firmado un tratado entre ellos en ese sentido, que los ciudadanos de sus paises pueden tener a la vez ambas nacionalidades (por ejemplo, española y hondureña), y reconocen los documentos oficiales de esa persona como válidos para los trámites con su país.

 

Por otro lado, las personas que han obtenido la nacionalidad española pero eran originarias de un país que no reconoce las renuncias, seguirán teniendo la nacionalidad original, con lo que ahora tiene dos nacionalidades: Un pasaporte del país de orígen, que deberá usar en los trámites con su país de orígen, por ejemplo si vuelve para visitar a su familia, y un pasaporte español, que deberá usar en España. Esto le da ciertas ventajas dependiendo de la situación, ya que puede elegir que pasaporte utilizar en sus viajes dependiendo de cual le sea más beneficioso por ejemplo para evitarse pedir visados del país de destino.

 

¿Cómo se realiza la renuncia?

 

Se realiza en un modelo oficial que el juzgado donde se realiza el trámite de la jura de lealtad a la Constitución proporcionará a la persona en el momento de adquirir definitivamente la nacionalidad española. Este documento se envía al consulado del país originario, para que gestionen la petición. Si bien hay paises que pretenden cobrar por realizar esta gestión, de cara a la obtención de la nacionalidad española solo es necesario haber pedido la renuncia; es irrelevante si se concede o no, por lo que a efectos prácticos podemos decir que es un trámite gratuïto.

 

Hasta aquí llegamos por hoy,

¡Que sea leve la vuelta al trabajo!

 



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