20 Dic Estado de excepción
La emergencia actual en la Oficina de Extranjería de Girona: La falta de personal y los «emprendedores» sin escrupulos colapsan los trámites de extranjería
Antecedentes
Durante los últimos años, la cantidad de citas existentes se había mantenido en un cierto equilibrio. Desde que se adoptó el criterio sobre la no caducidad de los documentos una vez obtenida la cita, no había sido un problema excesivoque las citas se dieran para aproximadamente para dos meses después, ya que eso permitia tener cierto margen para acabar de redondear la documentación que se iba a presentar.
Aunque los periodos de espera se alargaban ligeramente cerca de las vacaciones (cuando muchos extranjeros prefieren renovar su tarjeta para marcharse de vacaciones sin estar pensando en la renovación al volver), poco tiempo después volvía a estabilizarse la situación.
¿Qué ha cambiado?
En primer lugar, el cambio de jefe de Oficina con el cambio de gobierno del PP al PSOE.
En segundo lugar, la jubilación prevista de funcionarios para los próximos meses, y el traslado de algunos otros a otras administraciones, que va a dejar la Oficina con la mitad de personal. Que se vayan algunos jefes de sección obliga a ascender a otros funcionarios, que además de dejar una mesa vacía en la oficina de atención, necesitan un tiempo para formarse en su nuevo puesto.
Y en tercer pero no menos importante lugar, el círculo vicioso de falta de citas generado por intermediarios revendedores de citas sin escrupulos, que colapsan el sistema a propósito para lugar cobrar cantidades exhorbitantes a los clientes por lo que debería ser un servicio gratuito. Por lo que hemos podido saber, algunos de estos desaprensivos llegan a cobrar hasta doscientos euros por este «servicio».
¿Qué pasará ahora?
La situación actual es caótica, por decirlo de forma suave. En muchos casos, pero especialmente en cuestión de Tarjetas de familiar de ciudadano comunitario, puede costar incluso meses conseguir una cita. Las 52 citas que se publican diariamente se agotan literalmente en menos de un minuto. Y solo va a ir a peor, ya que la jubilación y traslado masivo de funcionarios aún está por producirse. Además, la falta de funcionarios causará que la resolución de solicitudes se retrase aún más allá de los tres meses en los que ya se encontraba, y que son el límite legal de resolución de expedientes.
En el momento de publicar este artículo ya se ha producido la fusión entre las oficinas de atención a comunitarios y la de extracomunitarios, entendemos que para arañar algo de tiempo extra de trabajo cuando una de las dos secciones no tenga visitas y pueda atender a los solicitantes de la otra.
La previsión actual con la que estamos trabajando es caducidad masiva de documentos por falta de citas con las que paralizar los 3 meses de caducidad, y hasta un año para realizar todo el proceso, desde que se decide presentar solicitud hasta que se obtiene la resolución. Por otro lado, auguramos un incremento importante en el número de procesos judiciales contencioso-administrativos interpuestos para reclamar la resolución negativa por silencio administrativo de los expedientes, porque la resoluciones se van a ralentizar notablemente.
¿Es eso seguro?
La respuesta corta es: No.
Existen múltiples puntos en los que la Administración podría intervenir para evitar el colapso del sistema. El problema fundamental es que el sistema lleva años al borde del colapso, y si necesitaba solo un soplo para colapsar lo que estamos viendo en estos meses son rachas de 100km/h. Desde el Colegio de Abogados de Girona estamos intentando proporcionar algunas ideas, con mayor o menor acogida por parte de la Oficina de Extranjería.
Algunas de esas opciones serían:
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Informatizar uno o varios de los trámites, de forma que menos gente necesite obtener una cita.
Contratar nuevos funcionarios.
Bloquear el acceso de los esquilmadores a la gestión de citas, aunque las posibilidades técnicas de esta medida son cuestionables.
Confiamos en que os haya sido de utilidad para tener una idea de como se articula esta parte del procedimiento.
¡Un saludo!